domingo, 28 de noviembre de 2010

Artículo obtenido de
Diaridetarragona.com

El catedrático de Nutrició Jordi Salas defiende iniciativas como la de prohibir a las cadenas de comida rápida regalar juguetes
0COMENTARIO Compartir JOAN MORALES | 27/11/2010 20:43
«La obesidad infantil es una epidemia muy importante y, como tal, hay que tomar medidas drásticas para combatirla». La contundente afirmación la realiza al Diari una de las personas más expertas de toda España en nutrición, el catedrático de la Facultat de Medicina de Reus, Jordi Salas, quien también es presidente de la Federación Española de Sociedades Científicas de Nutrición, Alimentació y Dietética; y director del Centre Català de Nutrició.

Las noticias sobre obesidad infantil hace ya tiempo que llenan las páginas de los periódicos y los informativos de las televisiones. La última saltó hace unos días, cuando se conoció que en San Francisco (Estados Unidos) a partir de enero prohibirán a las cadenas de comida rápida regalar juguetes en su menús infantiles.

La polémica está servida en Estados Unidos, pero en un mundo global como el nuestro, aquí tampoco estamos al margen. Jordi Salas no cree que la obesidad infantil sea un problema individual, sino que, «como una epidemia que es, se tiene que abordar desde diferentes ámbitos».

Para el catedrático de Nutrició de la URV todos son importantes. «Por un lado está la educación familiar, donde hay que apostar por el fomento de valores como la práctica del deporte y una alimentación equilibrada. También está la educación escolar y tampoco debemos olvidarnos que de las administraciones y de la propia industria alimentaria», asegura Salas.

En este sentido, el director del Centre Català de Nutrició recuerda que «tanto a nivel estatal, como desde Catalunya se han puesto en marcha diferentes estrategias y programas. Pero en algunas ocasiones, la propia industria alimentaria ha criticado algunas recomendaciones».

En concreto, Jordi Salas se refiere a un documento incluido en la estrategia NAOS, donde, entre otras cosas, se recomendaba a los colegios que no instalasen máquinas de venta de bebidas azucaradas o productos de bollería donde hubiese alumnos de primaria y limitaciones entre los de secundaria. Es por ello que Salas tiene claro que «para combatir esta epidemia hay que pactar con la industria alimentaria y si no se llega a ningún acuerdo, entonces buscar una reglamentación. Lo que no puede ser es que, aunque esté demostrado que hay una relación directa entre estas bebidas azucaradas y el peso corporal, el niño pueda decidir por sí solo si se compra una en una máquina, sin que nadie lo controle».

Responsabilidad familiar

El catedrático Jordi Salas también se muestra especialmente crítico con el papel de la familia. «Muchas veces, y no sólo en el tema de la alimentación, los padres no adoptan decisiones importantes y dejan que el niño decida por su cuenta. Como padres hay que ser más responsables y saber decir no cuando toca».

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